Los hechos que rodean esta tragedia son impactantes y desconcertantes. La pareja había planeado una excursión al embalse de Susqueda, con la intención de navegar en kayak y pasar la noche en su automóvil. Sin embargo, a media mañana dejaron de estar localizables. Tres días más tarde, se encontró el kayak flotando en el pantano, seguido de la macabra revelación del coche de Paula, hundido a 7 metros de profundidad. La desesperación y la incertidumbre se apoderaron de sus familias y de la comunidad en general.
El descubrimiento de los cadáveres solo intensificó el misterio. Paula fue encontrada 33 días después, atrapada entre las rocas debido a la sequía que había reducido el nivel del agua. Marc, por otro lado, fue hallado flotando, con una mochila llena de piedras. Ambos cuerpos mostraban signos de violencia, lo que llevó a los Mozos de Escuadra a concluir que habían sido asesinados. Sin embargo, las circunstancias exactas de sus muertes seguían siendo un enigma.
La autopsia reveló que Paula había muerto a causa de un disparo en la cabeza, mientras que el estado del cuerpo de Marc dificultó determinar la causa exacta de su muerte. Los detalles del vehículo en el que se encontraron agregaron más preguntas que respuestas: las llaves estaban puestas, la primera marcha accionada, la ventana del conductor abierta y el freno de mano quitado. Los asientos estaban en posiciones inusuales, como si hubieran sido manipulados.
Los padres de Paula comenzaron a preocuparse cuando su hija no respondió a los mensajes ni a las llamadas el mismo día 24, ya que era una persona responsable. Las últimas evidencias de su presencia los muestran sacando dinero de un cajero automático y entrando en un restaurante poco antes de desaparecer sin dejar rastro.
El presunto autor de este crimen, Jordi Magentí Gamell, un vecino de 60 años con antecedentes penales por el asesinato de su esposa en 1997, fue detenido como sospechoso. Sin embargo, fue puesto en libertad provisional sin fianza debido a la falta de pruebas contundentes que lo incriminaran en el crimen de Susqueda.
El caso sigue sin resolverse, dejando a las familias de Paula y Marc en busca de justicia y respuestas. Las teorías y especulaciones abundan, pero la verdad sigue eludiendo a los investigadores y a la comunidad en general. El misterio del crimen de Susqueda sigue siendo un enigma sin resolver, un recordatorio sombrío de la fragilidad de la vida y la oscuridad que puede esconderse en lo más profundo de la naturaleza humana.
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